La American Academy of Audiology ha presentado los resultados de un nuevo estudio que proporciona más evidencias de una relación entre la pérdida auditiva y la depresión.

 

Expertos en pérdida auditiva y los médicos de diferentes equipos del National Institutes of Health, Bethesda, Maryland, y del National Institute for Occupational Safety and Health, CDC, Cincinnati, Ohio (EE.UU.) han llevado a cabo una investigación para estimar la prevalencia de la depresión entre los adultos con pérdida auditiva y los distintos factores de riesgo asociados.

Los investigadores basan su trabajo en una muestra nacional que incluye más de 18.000 personas mayores de 18 años, los cuáles respondieron a través de un cuestionario que se utiliza para evaluar la depresión, así como auto-informes sobre la pérdida auditiva (con examen de audiometría para adultos de más de 70 años). Los datos fueron adquiridos a través del 2005-2010 National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES).

La depresión de moderada a severa se hizo presente en el 5% de los individuos con una audición “excelente” y en el 7% de las personas que se autoevaluaron con un nivel «bueno» de audición. En cambio, los participantes que se evaluaron con «algunos problemas auditivos o problemas auditivos serios» la tasa de depresión fue de poco más del 11%. En promedio, las mujeres tenían mayores tasas de depresión que los hombres y la prevalencia de la depresión aumentó en tanto la deficiencia auditiva era mayor, excepto entre los participantes sordos. Curiosamente, los autores informan que entre las personas mayores de 70 años, no había ninguna relación entre la pérdida de la audición y la depresión.

En su artículo, el Dr. Li y sus colegas, han señalado la importancia de sus hallazgos y concluyen que: «Tras tomar en cuenta las condiciones de salud y otros factores, la dificultad visual, la pérdida auditiva autoevaluada y la audiométricamente determinada se asociaron significativamente con la depresión, particularmente en las mujeres.

Los profesionales sanitarios deben ser conscientes de un mayor riesgo de depresión entre los adultos con pérdida auditiva”.

Fuente: http://www.audioprotesistas.org