Expertos en  aconsejan que hay que bajar el nivel del sonido a unos niveles adecuados y usar tapones para proteger nuestros oídos de ruidos externos muy altos.

Según un estudio online realizado en Francia revela que muchos jóvenes de entre 15 y 30 años presentan problemas auditivos, como acúfenos, debido a la costumbre de escuchar música demasiado alta. Como resultado, la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales francesa quiere proponer un límite del nivel sonoro en auriculares además de controlar el volumen en las salas de conciertos.

Luís María Gil-Carcedo García, presidente de la Sociedad Española de Otorrinolaringología advierte que tanto los sonidos superior a 80 ó 85 decibelios como una exposición prolongada a músicas muy altas son muy perjudiciales para la audición y pueden dañar todo el aparato neurosensorial. Sin ir más lejos, jóvenes que acudan a una discoteca con niveles de 100dB un par de veces por semana de forma habitual pueden desarrollar problemas como acúfenos y sordera del nervio. Hay que tener en cuenta que estos problemas son debido tanto a la intensidad del volumen como a las veces de exposición al mismo y además son progresivos e irreversibles.

Para protegerse de estos niveles nocivos de ruido se aconseja que nos sean superiores a 75 dB y usar tapones para los casos en que no podemos tener control sobre estos niveles. Además, personas con un oído débil genéticamente, tienen más posibilidades de desarrollar enfermedades auditivas si son expuestos a ambientes ruidosos.

 

Fuente: http://www.audioprotesistas.org/noticias2.asp?id=1&idn=3089&idioma=cs