La vuelta al cole está a la vuelta de la esquina y nuestra recomendación es lleves a tu hijo al optometrista para realizar una revisión ocular. En estas revisiones rutinarias se pueden detectar posibles anomalías que no son perceptibles a simple vista.

Al igual que preparamos el material escolar, debemos poner en nuestra lista de la vuelta al cole la visita al optometrista. A estas edades la revisión ocular infantil es muy importante ya que el ojo se encuentra en constante desarrollo y el sistema visual puede ir sufriendo todo tipo de cambios.

Por este motivo es recomendable hacer las revisiones cada año y en caso de que el niño tenga algún problema ocular, las revisiones pasarían a ser más frecuentes.

¿Cómo saber si tu hijo tiene un problema visual? 

Hay algunos signos muy comunes que nos pueden indicar que el niño puede tener algún tipo de problema visual.  

  • Si el niño tuerce el ojo
  • Si presenta problemas de visión lejana al ver la televisión o la pizarra
  • Si manifiesta problemas de visión próxima acercándose demasiado el papel para leer o al escribir
  • Diferente visión entre un ojo y el otro
  • Dolores de cabeza sin motivo aparente
  • Ojos rojos, legañas y lagrimeo
  • Reflejo pupilar blanquecino
  • Movimientos erráticos del ojo
  • Anomalías en los párpados
  • Antecedentes familiares de miopía, astigmatismo u otras enfermedades oculares.

Si observas que tus hijos presentan algunos de estos síntomas no dudes en acudir a un especialista que te sacará de la duda y en caso de necesitarlo, te prescriba el mejor tratamiento.

La corrección temprana de problemas visuales puede evitar problemas de atención, concentración y en muchos casos, como en la hipermetropía, el haber usado gafas de pequeños evita el uso posteriormente como adultos.

No dejes la salud visual de tu hijo atrás