Erik Westermann era una persona admirable que, todos los que tuvimos la suerte de tratar, consideramos un ejemplo humano difícil de igualar y un recuerdo imborrable que nos ayuda a ser mejores.
Erik Wetermann, fundador de Widex tuvo un papel importantísimo en la evolución de la profesión de audioporteistas en España. En los años 70 los consejos del Sr. Westermann, sirvieron para dar el impulso y energía suficientes para que Juan Martinez, un joven ingeniero, profesor de la Escuela Profesional del Clot y propietario en esos años, de una pequeña empresa dedicada a la distribución y reparación de audífonos, emprendiera la tarea pedagógica de enseñar a los que nada sabían.
En 1976, Juan se encargó de convocar unos cursos para todos los ópticos y personas que estaban interesadas en esta profesión ya su vez, fundó, con el concurso de algunos destacados profesionales y empresarios de audífonos, la Asociación Nacional de Audioprotesistas. Fue entonces cuando se pusieron en marcha congresos y asambleas en las importantes capitales de España con la finalidad de integrar en su seno a todos los profesionales dedicados a la adaptación de audífonos y conseguir el reconocimiento de la profesión ante la sociedad.
Posteriormente, Juan Martínez, tras muchos contactos, reuniones y avatares burocráticos, lograría implantar los planes de estudio en el Ministerio de Educación y Ciencia, regulando así la situación académica para obtener el Título Oficial de Técnico Superior en esta especialidad, fue cofundador de la Sociedad Científica Internacional de Pre-Reglaje, que en su tiempo, fue el lugar de encuentro de las inquietudes en investigación de los profesionales franceses, belgas y españoles.
Personalmente coincidimos en muchas ocasiones con el señor Erik Westermann, pero mi mejor recuerdo fue el del perfecto anfitrión que junto a su esposa Gerda, nos trató con la amabilidad y cortesía que les caracterizan. Nos hicieron disfrutar de unos días muy agradables que recordaremos siempre, la personalidad y especial trato de Erik, marcaban la diferencia a lo conocido, nos encontramos con un líder y un maestro, él comprobó cómo era el antes y lo mucho que había que hacer para encontrar profesionales preparados para sustituir a los que “vendían audífonos”, a los que deberían saber “adaptar audífonos”.
Erik, te debemos mucho y nunca olvidaremos el mensaje que empleabas siempre. Allá donde te encuentres te mereces el mejor destino, tu bandera en el campo de golf de los cielos llevara impresa la frase de VIVE Y DEJA VIVIR, así fue y humildemente se lo cuento. Descansa en Paz AMIGO.
